La Plataforma Estatal por la Escuela Pública, integrada por CEAPA, Sindicato de Estudiantes, CCOO, FETE-UGT, CGT, STES-i y los Movimientos de Renovación Pedagógica, han convocado para el próximo jueves 9 de mayo, una huelga general para toda la comunidad educativa. Además, a las 18:30 horas está convocada una manifestación en Madrid que partirá desde la Plaza de Neptuno hasta la sede del Ministerio de Educación. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos (CEAPA) ha redactado muchos de los motivos por los cuales luchar contra los recortes y contra la LOMCE. Algunos de ellos son: – No aceptamos que haya niños y niñas que pasen hambre en los centros educativos por falta de becas de comedor escolar. – No aceptamos que se eliminen las ayudas para la adquisición de libros de texto y material curricular, o que las familias tengan que adelantar el dinero de las mismas. – No aceptamos que las suplencias tengan que estar sin cubrir varios días, perdiendo con ello una cantidad importante de tiempo escolar. – No aceptamos que se haya eliminado o reducido: la compensación educativa, el refuerzo escolar, y la atención a la diversidad. – No aceptamos que las enseñanzas tengan cuotas o tasas que impidan a todas las familias escolarizar a sus hijos e hijas en ellas. – No aceptamos que el despido del profesorado nos condene a tener ratios más altas, grupos sin desdoblar, o bibliotecas cerradas. – No aceptamos que se abandone el mantenimiento de los centros educativos, condenándolos a un deterioro innecesario. – No aceptamos que se ponga fin a proyectos que han demostrado su eficacia para mejorar la calidad del sistema educativo. – Exigimos la adecuada financiación de nuestro sistema educativo público que le asegure los recursos necesarios y no aceptamos la financiación de la escuela privada con fondos públicos. – Exigimos un cambio radical en las políticas educativas que se están desarrollando en contra el derecho a la educación, dirigidas de forma especial contra todo lo público. – No aceptamos que se ponga en marcha otra nueva ley de educación, usando de forma sesgada los datos de los informes internacionales. – No aceptamos que las reválidas conviertan la educación en una carrera de obstáculos a superar, en la que muchos alumnos y alumnas se queden por el camino. – No aceptamos que los centros educativos separen por supuestos niveles al alumnado, condenando a muchos de ellos a vías de segunda categoría. – No aceptamos que la Formación Profesional siga siendo desprestigiada, que el modelo Dual sea una vía sin salida, y la formación en las empresas sea un engaño. – No aceptamos que se piense en la educación como un proceso cuyo único objetivo sea generar mano de obra, ni que el futuro del alumnado se supedite al mercado. – No aceptamos que se niegue, se impida o se dificulte a las familias su derecho constitucional al control y gestión de los centros educativos. – No aceptamos normas que busquen enfrentar deliberadamente a los sectores de la Comunidad Educativa, rompiendo la necesaria colaboración entre ellos. – No aceptamos la ruptura de la convivencia con sistemas que otorgan un poder dictatorial al gobierno de turno, ejercido a través de direcciones elegidas a dedo. – No aceptamos normas de expulsión de las familias de los centros educativos, dejándolas fuera de ellos y condenándolas a un papel educativo subordinado. – No aceptamos que se otorgue a los centros educativos la posibilidad de aplicar criterios subjetivos de selección al alumnado que deben escolarizar. – No aceptamos que se ataquen las lenguas cooficiales y se usen como elemento de confrontación entre los ciudadanos de los diferentes territorios. – No aceptamos que se engañe a las familias con programas bilingües que sólo sirven para segregar al alumnado y contratar a dedo a profesorado extranjero. – No aceptamos que se redistribuya de forma injusta la renta disponible, vulnerando el mandato constitucional, mediante desgravaciones fiscales o cheques escolares. – No aceptamos que se potencie la religión en los centros educativos, vulnerando la aconfesionalidad del Estado y perpetuando elementos de separación y segregación. – No aceptamos más modelos educativos memorísticos, repetitivos y poco motivadores que no respondan al modelo flexible, inclusivo y de atención a la diversidad por el que luchamos. – Y no aceptamos muchas otras cosas que la contrarreforma denominada LOMCE quiere imponer para atacar igualmente el derecho a la educación y condenar a nuestra sociedad a una involución social que no debería nunca producirse.