Desde ambos organismos se asume la necesidad de la construcción de un nuevo Centro de Salud en Butarque, que consideran prioritario y que serviría para desdoblar la alta cifra de población actualmente adscrita al centro de Los Rosales. Tanto la Consejería de Sanidad como el Servicio Madrileño de Salud reconocen la masificación que sufre el actual centro de los Rosales y advierten de los problemas estructurales que éste presenta para solucionar las deficiencias derivadas de dicha masificación. Alegan la falta de espacio físico para ampliar las dotaciones de médicos de familia, pediatras y matronas. Reconocen igualmente que el nivel de incomunicación del barrio de Butarque hace inviable la derivación de pacientes a otros Centros de Salud, como pudieran ser el de San Cristóbal de los Ángeles y El Espinillo, propuestas descartadas desde la Asociación. La única alternativa viable y satisfactoria es, para todas las partes implicadas, la construcción de un nuevo Centro de Salud en Butarque, tal y como está prometido, para lo cual la Consejería de Sanidad ya cuenta con la titularidad de una parcela en la zona sur del barrio (desarrollo de Hercesa).
Compromisos e Incertidumbre sobre su ejecución
El Servicio Madrileño de Salud se compromete, de forma algo tibia, a estudiar una posible reorganización de espacio para dar cabida a un incremento de plantilla dentro del Centro de Salud de los Rosales mientras se ejecuta el nuevo centro de Butarque, en esta legislatura. Sin embargo, es en este punto donde las buenas palabras e intenciones de los servicios madrileños se topan con la realidad: no existe dotación presupuestaria para el nuevo centro ni se tienen previstos plazos para su ejecución. Considerando que la legislatura termina en 2011, y que no ha existido compromiso expreso de que se incluya, al menos, la redacción del proyecto de ejecución para el presupuesto de 2010, su construcción real es aún una promesa por cumplir. Entendemos que debemos seguir con las acciones emprendidas y seguir aunando esfuerzos entre todos. Continuamos por tanto con la campaña de recogida de quejas que concluirá en breve y que suma ya varios centenares. Del mismo modo, estamos estudiando otra serie de acciones, ya que, por el momento, lo único que nos han transmitido desde los distintos organismos implicados son buenas palabras, y creemos que sin la movilización vecinal nos quedaremos sin centro de salud unos años más.