Desde las asociaciones vecinales del Sur de la ciudad de Madrid queremos manifestar nuestro más firme rechazo a las políticas clasistas y racistas que el gobierno de la Comunidad de Madrid está desarrollando durante esta segunda oleada de COVID-19 enfocadas a la discriminación de los vecinos y vecinas del Sur.
En lugar de proteger, cuidar y prevenir que la población mas vulnerable de nuestra ciudad sufra que está sufriendo las mayores tasas de contagios, han optado por la estigmatización, la exclusión y la discriminación territorial.
Se ha optado igualmente por la política del miedo, por culpar a “los comportamientos individuales”, como si nuestros barrios fueran los únicos donde se incumplen ocasionalmente las normas, o como si no hubiéramos visto comportamientos inadecuados promovidos y alentados por las propias administraciones, como corridas de toros superando aforos, manifestaciones en barrios con alto poder adquisitivo en pleno estado de alarma, concentraciones negacionistas sin medidas de seguridad, terrazas y locales llenos de gente….
Han decidido que aquellas personas que no pueden permitirse un vehículo privado para trabajar, aquellas que por sus empleos precarios y/o en sectores como la limpieza, la hostelería o el comercio, de cara al público, aquellas que no pueden pagarse un piso (por no hablar de apartamentos de lujo para la cuarentena) para su familia porque ni siquiera pueden pagar el alquiler de una habitación… todas ellas, deben asumir que serán contagiadas y que además serán confinadas “por su culpa”.
A estos vecinos y vecinas nos gustaría saber:
Si es posible llevar a cabo hacer PCR selectivos en este caso en barrios con otras características sociodemográficas, o acaso se buscaba una profecía autocumplida haciendo PCR selectivos en los barrios desfavorecidos de gente trabajadora.
Nos gustaría saber por qué no se han creado puntos COVID para no saturar nuestros centros de salud, por qué no se cumplen los rastreos, por qué los resultados de los PCR tardan siete días en darse, por qué no hay seguimiento médico de los pacientes en cuarentena, por qué no hay sanciones a quienes incumplen las normas de protección y prevención…
Tenemos muchas más preguntas, como por qué no se intensifica la ayuda social, ya que nuestros vecinos tardan meses en conseguir una ayuda (que a veces ni siquiera permite cubrir sus necesidades básicas en una situación no solo de emergencia social sino sanitaria).
El virus ha servido de excusa para sembrar el odio y el miedo entre nuestros vecinos/as. Se ha optado por señalar al eslabón más débil de la cadena… en lugar de hablar de lo que realmente es importante para el sur:
¿Dónde está el Centro de Salud de Butarque que se lleva una década pidiendo para evitar la absoluta masificación del Centro de Los Rosales?
¿Cómo van a desdoblar aulas si construyen aparcamientos en las parcelas destinadas a dotaciones educativas?
¿Y no necesitaríamos más recursos para paliar la vulnerabilidad social existente desde que se constituyó esta ciudad o es casualidad que los distritos cuyos indicadores relativos de esperanza de vida, nivel de estudios, renta media del hogar, tasa de paro, valor catastral de las viviendas, tasa de demanda de dependiente… sean los que se decide confinar?
¿Cuántas de las 200 medidas de las que en 2016 presentaron las Asociaciones de Villaverde necesarias para la igualar el territorio y las posibilidades de nuestra vecindad se han llevado a cabo?
¿Se han planteado que distritos como Usera y Villaverde no pueden compartir una comisaría? Quizás con más recursos en seguridad, medicación y prevención para la mejora de la convivencia, habría menos impunidad.
¿Cómo vamos a proteger a los niños y niñas en Usera, en el Centro de Salud Joaquín Rodrigo, no tenemos pediatras?
Entre otras muchas preguntas, innumerables.
Para estos gobiernos somos la mano de obra barata de esta “ciudad global”, somos el lugar donde se ubica todo lo que la ciudad necesita pero le molesta (depuradoras, incineradoras, industria contaminante desde hace décadas…), somos a quienes confinar cuando las cosas no van bien. Pero nos hemos cansado de aguantar. Somos barrios eternamente olvidados y por eso nos oponemos a estas medidas, llamamos a nuestros vecinos y vecinas a reclamar la Dignidad del Sur, sin nosotros/as no habría cuidados, ni calles y espacios limpios, ni comida a domicilio, ni agua depurada… porque “nuestro modo de vida” es el modo de vida mayoritario al que nos condenan por falta de inversión, no el que elegimos.
Cuando se cumplan las ratios escolares, cuando se conozca la ratio médico/paciente y funcionen nuestros centros de salud, cuando se contraten a los rastreadores necesarios, cuando usar el transporte público no implique hacinamiento, cuando el contrato de limpieza de nuestras calles valga lo mismo que el de los barrios ricos, cuando se haga PCR a toda la ciudad…. entonces, solo entonces, si nada ha cambiado, nos confinaremos. Se necesita un Plan de Desarrollo del Sur, un nuevo Plan de Inversiones que reduzca la brecha social de nuestra ciudad, de nuestra región. Ese será el único camino que el Sur admitirá para frenar los contagios.
Firmantes:
- AV La Unidad de Villaverde Este
- AV Los Rosales
- Asociación del Comercio de Villaverde
- AV Los Hogares
- AV La Unidad de San Cristóbal
- AVIB
- AMIFIVI
- AV La Incolora
- AC Gente de Villaverde
- AV Barriada San Fermín
- AV La Mancha
- AV Almendrales
- AV Orcasitas
- AV Cornisa
- AV Orcasur
- AV Zofio
- AV Barrio Moscardó
- Asamblea Vecinal de Perales del Río-Getafe
- AV Doña Carlota Numancia
- AV. El Pozo
- Av La Paz
- AV La Viña
- AV Kasko Viejo
- AV Puente de Valllecas
- Coordinadora Vecinal de Asociaciones Vecinales de Carabanchel
- AV Carabanchel Alto
- AV PAU del Ensanche de Vallecas
- FRAVM