Los presupuestos de la Comunidad de Madrid se olvidan del IES de Butarque y confirman el encarecimiento del Ausias March

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Los presupuestos que ha elaborado el gobierno de la Comunidad de Madrid para el año 2013, continúan en la línea de recortes y privatizaciones emprendida en los últimos años. Decisiones que afectan de manera muy directa a nuestro barrio que vuelve a ser olvidado a la hora de presupuestar las dotaciones que necesitamos. El Instituto de Butarque, comprometido para el inicio del curso 2014-2015, no cuenta con presupuesto ni como inversión plurianual, lo cual hace muy difícil que pueda ser una realidad para esa fecha. Tampoco hay presupuesto para la construcción del Centro de Salud para el barrio a pesar de que la propia Consejería lo califica como prioritario para la actual legislatura. Demostrando que la construcción por fases de los centros educativos supone un derroche de dinero por resultar al final mucho más caros, los presupuestos de 2013 destinan 2,5 millones de euros para terminar el colegio Ausias March. Hace un año, se adjudicó la construcción completa de las aulas de infantil, comedor, gimnasio, edificio administrativo y pistas deportivas por 1.924.649,50 €, es decir, por medio millón menos que la licitación que se hace ahora cuando ya están construidas ocho aulas, el comedor, parte del edificio administrativo y una pista deportiva. Este desfase es una prueba clara de lo caro que resulta hacer los equipamientos con parches, que no solo han trastocado la educación de muchos niños y niñas, sino que además va a suponer un derroche de fondos públicos. PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD Y EURO POR RECETA Estos presupuestos no sólo nos afectarán negativamente como vecin@s del barrio de Butarque. A partir de enero nos van a obligar a pagar, sin diferenciación de renta, un euro por cada medicamento que se compre en la farmacia. Pero además se acelera el proceso de privatización hacia la gestión privada de la sanidad. Como informa la Plataforma CAS Madrid, a los tres centros que ya nacieron siendo de gestión privada (Infanta Elena de Valdemoro, Rey Juan Carlos de Móstoles y Torrejón) se suman otros seis. Casi uno de cada tres hospitales madrileños estará en breve en manos de empresas. Los que mantienen su carácter eminentemente público también se verán afectados por la nueva ola privatizadora que ha llegado de la mano de los presupuestos: todos los hospitales tradicionales externalizan lo que no es sanitario: lavandería, restauración, mantenimiento… Pese a todas estas novedades, que significan que la Administración se retira cada vez más de la gestión directa del servicio y prefiere pagar a un privado para que lo preste, el cambio decisivo se ha producido en la atención primaria: en los centros de salud. Por primera vez, Madrid va a externalizar el 10% de los más de 400 ambulatorios de la región. Pero eso no es todo. En los últimos meses hemos visto cómo se cerraban las urgencias del barrio de La Fortuna, o cómo ahora pretenden desmantelar el Hospital de la Princesa por criterios de rentabilidad. Las consecuencias de estas medidas son tanto para usuarios como para trabajadores. Supondrá extender el repago y dejar la asistencia sanitaria en manos de empresas cuyo objetivo principal es el beneficio económico, lo que deteriorará dicha asistencia, aumentará la exclusión de importantes colectivos y conllevará miles de despidos.