Las Cabalgatas Populares piden una reunión con Ana Botella para exigir que el Ayuntamiento conceda los permisos y colabore con los vecinos que las promueven

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Las asociaciones y entidades organizadoras de las Cabalgatas Populares de los distritos de Hortaleza, Carabanchel y Villaverde, han remitido una carta a la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella, para solicitar una reunión para evitar que en 2014 vuelva a reproducirse la situación de este año, cuando el Ayuntamiento denegó el permiso para que los reyes magos visitaran los distritos el día 5 de enero alegando falta de efectivos policiales por tener que estar destinados en la cabalgata central. Las Cabalgatas Populares finalmente se celebraron al contar con permiso de la Delegación del Gobierno, aunque los tres desfiles estuvieron cubiertos por la policía municipal, lo que demostró que era perfectamente posible organizar varios desfiles el día 5 de enero. Estas entidades “consideran injusto que el Ayuntamiento de Madrid haya suprimido la mayor parte de las tradicionales cabalgatas de los distritos argumentando la necesidad de recortar el presupuesto”, cuando este año se ha gastado un millón y medio de euros en la cabalgata centralizada y en promocionar las fiestas fuera del municipio. Desde los tres distritos se considera que el esfuerzo de los vecinos para organizar las Cabalgatas Populares “ha demostrado que no es necesario gastar decenas de miles de euros, como lo venían haciendo las Juntas Municipales al ceder la gestión a empresas privadas”, para llevar la ilusión a los barrios. Consideran que el hecho de que el Ayuntamiento de Madrid prohíba la celebración de las Cabalgatas Populares el día 5 de enero, que es cuando tiene sentido su realización, supone “una decisión arbitraria”, porque Madrid cuenta con suficiente dotación policial para cubrir las cabalgatas de los distritos de manera simultánea, “injusta, porque priva a los niños, vecinos y comerciantes de los barrios populares de un acontecimiento con gran tradición, y pretende obligar a algo materialmente imposible, como es que todos los madrileños acudan a la cabalgata centralizada y financiada por las grandes empresas comerciales”, “y autoritaria, porque el Ayuntamiento debe fomentar y respetar la participación ciudadana”, en lugar de prohibir actos culturales y sociales. A juicio de las entidades convocantes de las Cabalgatas Populares, “esta situación profundiza en la centralización absoluta de la gestión municipal, vacía de competencias a las Juntas Municipales, elimina fiestas y actos culturales en los barrios populares y periféricos, y, lo que es peor aún, prohíbe los que promueven las asociaciones vecinales, culturales y sociales, como está sucediendo con actos deportivos (carreras o fiestas de la bicicleta), culturales (como la celebración de carnavales) o el uso de centros municipales en los barrios”.