Desde la asociación y canalizando las quejas recibidas, se ha vuelto a escribir a las administraciones responsables, para que recapaciten y tomen con mayor rigurosidad las peticiones realizadas. El aislamiento de Butarque El pasado mes de junio se remitió un escrito informando sobre la sustancial mejora que había supuesto en los accesos al barrio de Butarque, y concretamente a la zona conocida como Nuevo Rosales, la instalación de una rotonda provisional en las obras de remodelación de la Avda. de los Rosales en el cruce con la C/ Zafiro. Durante las semanas que se mantuvo la rotonda, los atascos que los vecinos veníamos sufriendo se redujeron considerablemente. A pesar de aquella petición, finalmente se optó por la solución incluida en el proyecto de reforma de la Avenida de los Rosales, y desde entonces, y como desde AVIB se anunció, los problemas y los atascos se han multiplicado. Al margen del empeoramiento advertido de partir la rotonda, se remarca que el problema en los accesos a las viviendas, se agravan ante el aislamiento en el que se encuentra el barrio: – No existe la posibilidad de acceder a nuevo Rosales a través de la Avenida de los Rosales en sentido Madrid. – Falta de accesos a la A4 (tanto entrada como salida). – Accesos cerrados a través de la M40, el efecto barrera de la Gran Vía de Villaverde. Y todo ello, perjudicado ante la ausencia o insuficiencia de transporte público. Problemas de aparcamiento en la calle Estefanita En la última ocasión ante la solicitud de aparcamiento en batería, la Dirección General de Movilidad respondió de manera negativa a esta petición porque “supondría una reordenación que provocaría la disminución de la capacidad total de la calle y obligaría a la remodelación de orejas y bandas de estacionamiento”. Varios meses después de aquella contestación, desde AVIB se vuelve a insistir en la petición, dado que el parque de automóviles en el barrio sigue aumentando y el problema se hace cada día más grave. Además, la reducción de un carril en la calle Estefanita sería enormemente beneficioso para el barrio, ya que provocaría una reducción de la velocidad media en un vía que, por sus características, no necesita contar con dos carriles por sentido. Hay que tener en cuenta que en la actualidad en la calle se ubica un colegio con más de 750 alumnos y que próximamente, previsiblemente para el curso que viene, se construirá un segundo colegio que albergará a no menos de 300 alumnos más. Esta situación aconsejará una mayor reducción de la velocidad en la vía, algo que se conseguiría fácilmente con la reducción de carriles y el aumento de las plazas de aparcamiento.
