Participación: un nuevo fracaso del Ayuntamiento de Madrid

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Concluido el plazo para presentar candidaturas a los consejos territoriales de distrito, podemos afirmar que la mayoría de las asociaciones de vecinos de la ciudad de Madrid, y del resto de entidades asociativas, han vuelto a dar la espalda a un proceso que pretende aparecer como democrático, cuando la verdadera participación brilla por su ausencia. Veamos los datos. En el conjunto de los 21 distritos de la capital, sólo han presentado candidatura un total de 50 Asociaciones de Vecinos (43 de ellas federadas en la FRAVM), que vienen a representar una cuarta parte de las existentes. Si estos datos dan muestra del escaso interés en participar en procesos vacíos de contenido, el dato es más esclarecedor si analizamos por distritos. Así vemos cómo en algunos distritos como Arganzuela, Chamberí, Moncloa y Puente de Vallecas no habrá representación vecinal en dichos consejos, por no haberse presentado ninguna Asociación. Y en otros como Retiro, Tetuán, Usera, Ciudad Lineal, Hortaleza, Villaverde, Villa de Vallecas o Vicálvaro, tan sólo se han presentado una o dos asociaciones. Hay que reseñar que algunos de estos distritos tienen una gran tradición de lucha y asociacionismo, pero que han querido denunciar, con su abstención, el rechazo a unas normas inútiles y totalmente carentes de contenido con la política ultracentralizadora seguida por los gobernantes del Ayuntamiento en los últimos años. Los resultados de otro tipo de asociaciones son aún más demoledores. Sólo se han presentado 15 asociaciones de madres y padres de la capital, 29 de carácter social, 18 culturales y 14 deportivas, por poner algunos ejemplos ilustrativos. Mientras no se dote a los distritos de auténticos órganos de gobierno representativos, con competencias y presupuestos adecuados, estos falsos órganos de representación (los consejos de participación) carecen por completo de sentido. Porque además las normas de participación que aprobó Gallardón en 2004 (de las que se incumplen preceptos positivos, como los consejos de los centros municipales de barrio que todavía no se han puesto en marcha) lo que hacen es restringir, en lugar de favorecer, la participación. Lo único que persigue el Ayuntamiento con estos consejos es tener entretenidas a las Asociaciones de Vecinos con burocracias y debates que no llegan a ninguna parte y maquillar una gestión centralizada y antidemocrática que están sufriendo los vecinos de los distritos mas populares de la ciudad de Madrid.