Hay quién podría pensar que el empeño de un grupo de vecin@s en reforestar un rincón del Parque Lineal del Manzanares tiene poco que ver con el sentido común. Hay quién diría que cuando este verano el fuego arrasaba anteriores plantaciones en ese espacio, la tristeza se apoderaría de los que dedicaron tiempo y esfuerzo en tan trabajosa tarea. 
Incluso hay quién creería que cuando la administración responsable de su cuidado y protección, justifica su abandono por no ser un «parque», cualquier atisbo de ilusión se vería diluida. Pero seguramente quiénes pensaran, creyeran o dijeran todo lo anterior, no tenían en cuenta que cuando los encargados de dar vida a ese parque se trataba de niñas y niños, es la alegría y la ilusión quienes dictan un camino diferente. Y esta ilusión de sus protagonistas, es la que invadió el pasado domingo 20 de Octubre la celebración de la V Fiesta del Árbol del Parque Lineal del Manzanares en su Tramo II, uno de los espacios naturales de mayor valor medioambiental, histórico y cultural de la ciudad de Madrid. La fiesta empezó con una ruta ciclista para todas las edades que recorrió los restos del Real Canal de Manzanares, haciendo visita a la casa de la cuarta esclusa, en la que se complementó esta visita con los pormenorizados detalles históricos que explicó un miembro del colectivo de la Plataforma de Amigos del Real Canal de Manzanares. Se continuó la ruta por las obras de las vías del AVE a Levante, que sacaron a flote los restos en muy buen estado de conservación de la quinta esclusa, aunque siguen enterradas a la espera de mejores tiempos. 
Tras pasar por delante de poblado carpetano de La Gavia, la ruta hizo su siguiente parada en la casa de la sexta esclusa, en peor estado de conservación que la cuarta. La última parada de la ruta, antes de dar la vuelta, se realizó en una de las cuevas utilizadas en la guerra civil a la que se pudo acceder para ver de cerca las trincheras y los nidos de ametralladora. Ya en el punto de la celebración, mientras unas pintacaras daban colorido a niños y niñas del barrio, estos procedían a plantar varias decenas de ejemplares de árboles autóctonos aportados por ARBA junto a otros donados por un vecino. Así, la zona quemada durante el pasado verano, recuperaba la vida con las indicaciones y explicaciones dadas por los expertos de ARBA. Los amigos de TREPA que también se apuntaron a participar durante la plantación, amenizaron luego a los más pequeños con la gymkana de la «Savia del Árbol» y el espectáculo divulgativo del «Romance del árbol». 
Tras tomar el aperitivo y limonada de rigor, se dió por cerrada una nueva jornada festiva en el Parque Lineal del Manzanares, en la que se transformaron el abandono y la tristeza debida al incendio de hace apenas dos meses, por la ilusión y la determinación de que entre todos podemos y debemos hacer un PARQUE. 
