Cometas contra los olores del vertedero

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Los vecinos del Ensanche de Vallecas no pudieron elegir una jornada mejor para recordar la que se ha convertido en su principal queja: los olores que llegan al barrio desde la incineradora de Valdemingómez, situada a apenas dos kilómetros. Y es que ayer era uno de esos días en que es imposible abrir las ventanas de muchas viviendas por culpa de la polución del aire. El problema no es nuevo, pero se acentúa cada día que pasa. Porque en el Ensanche de Vallecas ya residen 30.838 personas, seis veces más que hace apenas tres años. Por ello, la Asociación Vecinal del Ensanche convocó ayer un encuentro de cometas, para que volaran «en un aire limpio», según sus portavoces. Se trataba de denunciar «la peste, a menudo insoportable» que llega al barrio desde la incineradora. «Hay días en que no puedes abrir las ventanas, ni salir a pasear», explicaba Isabel, una de las afectadas, que acudía a la protesta junto con otras decenas de vecinos. La Asociación ha elaborado un formulario que se encuentra en su web, donde pueden exponer sus quejas para que sean trasladadas al Ayuntamiento de Madrid, institución que, según el Defensor del Pueblo, debe asumir la responsabilidad ante el problema. «Ellos han planeado el Ensanche, sabiendo que aquí llegarán a vivir en su día hasta 100.000 personas», explicaba Javier, otro vecino. «¿Por qué no trasladan la incineradora a otro lugar más lejano?», se preguntaba. Los olores de la incineradora no sólo afectan al Ensanche de Vallecas. Muchos días, también llegan a algunos barrios del cercano distrito de Puente de Vallecas y a otros muchos del sureste de la capital. Incluso, la Asociación de Vecinos del Barrio de Butarque (Villaverde) ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente, al igual que los de Vallecas hicieron en su momento, para protestar por los olores que les llegan desde instalaciones como Valdemingómez, las depuradoras de la China, la Gavia y la de Butarque.