Un trabajador de la depuradora madrileña de La China ha denunciado al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) por realizar, presuntamente, vertidos radiactivos en el alcantarillado de agua contaminada de la piscina del reactor nuclear y por no evaluar el riesgo para la salud de los trabajadores de la planta. Según ha informado a Europa Press el propio afectado, que fue despedido de su puesto en 2005 aunque finalmente una sentencia del Tribunal Supremo (TS) obligó a la empresa a readmitirlo, CIEMAT lleva años vertiendo productos radiactivos en el fango de la depuradora. En concreto, según sus datos, «el Consejo de Seguridad Nuclear ha detectado la presencia de isótopos radiactivos como el C3-137, de origen artificial, y otros de origen hospitalario como el i-131». «La sola existencia de una instalación nuclear colector justifica la petición de que se evalúe el riesgo para la salud», considera. De hecho, este tema ha sido denunciado sistemáticamente por entidades ecologistas como el partido Ecolo Verdes, que alerta de que «el agua contaminada que llega a la depuradora de La China es utilizada además de para el riego de tierras de cultivos, para baldear calles y regar los parques». Por ello, consideran que «es necesario tomar medidas drásticas, empezando por el desmantelamiento de la obsoleta depuradora», que es la más antigua de Madrid, así como instalar un medidor para controlar la contaminación radiactiva del agua de la capital, una petición que ya han trasladado a la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella. Asimismo, Ecolo Verdes también ha advertido de que «los vertidos radiactivos afectan a la salud de los trabajadores que operan el alcantarillado, las depuradoras o las plantas incineradoras de lodos, además de a los camioneros que transportan las cenizas y a la ciudadanía en general a través del riego de parques y consumo de alimentos».