La misma semana que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido volver a intentar organizar los Juegos Olímpicos, el consistorio ha vuelto a comunicar a los vecinos de Butarque (en el distrito de Villaverde) su rechazo a la construcción del polideportivo previsto en el barrio. La excusa es que «tras el estudio de la Dirección General de Deportes, rechaza la construcción del polideportivo del barrio debido a la actual coyuntura económica y con las limitadas disponibilidades presupuestarias». Se da la paradoja que, a la vez que se pone en marcha toda la maquinaria de la candidatura olímpica, desde el Ayuntamiento se rechaza levantar un equipamiento básico para el deporte en la ciudad. Debe ser cosa del ‘espíritu olímpico’. En la anterior ‘corazonada olímpica’, en el barrio de Butarque estaba contemplado el acondicionamiento del parque Lineal del Manzanares (el ‘otro’ Madrid-Río, el abandonado) que incluso albergaría las competiciones de remo. Cuando las olimpiadas se fueron a Brasil, el proyecto pasó al olvido y el parque sigue sin accesos, sin luz, sin árboles, sin cuidados, etc. Para los vecinos del barrio los dos intentos anteriores no trajeron ni un sólo equipamiento municipal, y parece que la actual tentativa va a suponer que no se dedique ni un solo céntimo de inversión. Cuando leemos los supuestos beneficios que traerá ‘a la ciudad’ un evento que se aspira a organizar dentro de nueve años, que no va a traer mejoras en el barrio porque no habrá inversión (o se invertirá en equipamientos de élite que casi nadie utiliza, como la Caja Mágica) y que va a suponer que el Ayuntamiento (con una situación económica bastante maltrecha gracias a la política de nuestro alcalde) no invierta lo necesario para cubrir las necesidades de los barrios populares de Madrid; es obligatorio preguntarse si el alcalde es consciente que en Madrid existen los barrios y sus vecinos.