Caja Mágica: la mayor instalación deportiva de Madrid permanece cerrada a sus vecinos

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Un club de fútbol formado por cerca de 200 chavales, entre los que hay dos equipos con jugadores de cinco años que entrenan a diario en unos campos descubiertos de un distrito que no es el suyo. Una asociación con más de 150 jugadores y jugadoras de baloncesto que durante casi tres meses deben abandonar la cancha donde entrenan para el montaje y desmontaje del torneo de tenis Mutua Madrid Open. O un club de judo escolar, de donde ha salido hasta seleccionador nacional, que comparte cancha con el fútbol sala y que en su más de medio siglo de historia solo ha podido organizar un campeonato de exhibición por carecer de un pabellón en que albergar a 2.000 espectadores.

Todo esto ocurre en el barrio madrileño de San Fermín, en el distrito de Usera, el mismo donde está Caja Mágica, la mayor instalación deportiva propiedad del Ayuntamiento de Madrid, con canchas interiores y exteriores de tenis y fútbol, tres estadios con gradas cubiertas, una piscina climatizada y otras tantas instalaciones deportivas que los vecinos apenas pueden usar. “Esta es la gran paradoja, vivimos junto a gran instalación deportiva de la ciudad y no podemos usarla”, afirma Víctor Renes, presidente de la Asociación de Vecinos Barriada de San Fermín, que lleva años luchando por que los habitantes del barrio puedan acceder a unas instalaciones que fueron la estrella de las diferentes candidaturas olímpicas impulsadas por Alberto Ruiz-Gallardón y su sucesora, Ana Botella.

Expulsados por el Mutua Madrid

El problema llega en abril, cuando comienzan los preparativos del torneo de tenis. La pista de entrenamiento es la zona de carga y descarga, por lo que los jugadores deben abandonarla durante casi tres meses, ya que, si bien el torneo dura apenas dos semanas, el montaje y desmontaje se alarga todo ese tiempo.

Más allá de las necesidades deportivas de los jugadores, los vecinos también reclaman el uso público de Caja Mágica por la importancia social que el deporte base tiene en el barrio. El club de baloncesto nació hace siete años impulsado por la asociación de vecinos y la Asociación Proyecto San Fermín como espacio deportivo dirigido a menores en riesgos de exclusión social y con unos valores dirigidos a promover el deporte inclusivo y diverso. De los 15 jugadores que comenzaron, ahora hay más de 150 niños y niñas, y cada año hay nuevas incorporaciones.

Los vecinos van más allá y reclaman una renegociación de los contratos para que algunas zonas de esta macro instalación deportiva desempeñe funciones de pabellón municipal. “En 2018 finaliza el contrato de una de los espacios y el Ayuntamiento podría hacerse cargo de su gestión y acondicionarlo con pistas de baloncesto y fútbol para que los vecinos pudieran usarlas”, propone el presidente vecinal.

El pasado mayo, enmarcada dentro de unas jornadas vecinales sobre el Parque Lineal, el club de judo pudo celebrar por primera vez una exhibición y campeonato en el que participaron más de 400 judocas y acudieron cerca de 2.000 espectadores. Lo celebraron en uno de los estadios de Caja Mágica gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento

En Caja Mágica hay una piscina -de 25 metros de largo por 12 de ancho- dentro de un gimnasio que gestiona una de las empresas privadas.