Parte de la solución a los problemas de escolarización de este barrio con mucha población joven y «la segunda mayor tasa de natalidad de Madrid» era la ampliación del colegio público Ausias March, que por ahora solo ofrece Educación Infantil, explica Antonio Abueitah, de la Asociación de Vecinos Independiente de Butarque. Pero la empresa encargada de construir el edificio se declaró en concurso de acreedores a principios de febrero, con lo que la construcción está paralizada y los padres no saben si sus hijos podrán estudiar allí. Asociaciones de vecinos y de padres y madres de Butarque (Villaverde) se reunieron la semana pasada con representantes de la Consejería de Educación, quienes les transmitieron que la intención de la Comunidad es buscar una solución a esta situación y que el colegio esté abierto para el próximo curso. Sin embargo, los padres no están dispuestos «a aguantar más esta situación» y han convocado dos manifestaciones, una que recorrerá los colegios del barrio el 12 de marzo y otra en la Puerta del Sol el 25 del mismo mes. Además, el ampa del Ausias March ha lanzando una campaña de recogida de firmas en Actuable. «Hemos decidido plantarnos. Nuestro hijos no se van a volver a marchar a estudiar fuera del barrio», asegura Abueitah. En la actualidad, además, de la fase de Educación Infantil el Ausias March, existen en el barrio otros dos colegios públicos: Los Rosales y El Greco, pero no dan abasto para atender a los alumnos de Primaria y además también tienen que acoger en sus aulas a unos pocos grupos de Secundaria del barrio. Los estudiantes de Bachillerato se tienen que trasladar a estudiar al instituto del Espinillo, otro barrio de Villaverde, pero ni siquiera tienen ruta para llegar allí y algunos tienen que coger dos autobuses para llegar. En Butarque no hay instituto. «La Consejería de Educación va haciendo los centros a cachos. Van rellenando los huecos que hay en las instalaciones con los críos y, además, siempre pasa algo que lo empeora. En vez de planificarlo todo a la vez, van haciendo ampliaciones, que cuando se abren ya se han quedado pequeñas», resume Abueitah. Este curso escolar, por ejemplo, los alumnos de infantil del Ausias March, el colegio fantasma, como le llaman los vecinos, tuvieron que empezar las clases en Vallecas. «Así no se puede garantizar una mínima calidad educativa», protesta Abueitah. Para que continúen las obras de ampliación del Ausías March, la Comunidad estudia adjudicar las obras a otra empresa si la encargada de los trabajos no consigue un crédito en las negociaciones que está teniendo con los bancos. En cualquier caso, los padres y vecinos dudan de que en septiembre de 2012 este colegio pueda atender a sus hijos.