Con la llegada del nuevo milenio, miles de jóvenes parejas decidieron echar raíces en las nuevas urbanizaciones de Butarque, en Villaverde. El barrio fue creciendo, al igual que sus numerosos retoños [Butarque es el barrio con el índice de natalidad más alto de Madrid]. Parche tras parche, el Colegio Público El Greco (donde se debía impartir desde Educación Infantil a Primaria, pero que hace tres años se amplió a Secundaria) fue construyendo más aulas, que rápidamente se quedaron insuficientes. Eso obligó a construir al lado otro colegio, el Ausias March, que ahora, tras cinco años de obras, vive una situación que raya el paroxismo. El March sólo debería albergar clases de Infantil y Primaria, pero allí también estudian los chavales de la ESO, aunque estén matriculados en el Greco, donde, por la saturación, ni siquiera se imparte Secundaria. La otra opción cuando los niños cumplen 12 años es ir al instituto más cercano, El Espinillo, que vive una situación parecida: «Está construido para 800 alumnos y ahora tiene más de 1.400», según denuncian desde la Asociación de Vecinos de Butarque. Este centro está a más de 3,5 kilómetros de Butarque, y los estudiantes tienen que coger dos autobuses para desplazarse allí. Pero, claro, al no haber plazas allí tampoco, muchos chavales se han tenido que buscar instituto en otro barrio, o apostar por lo único: el Greco, que ha derivado sus aulas al Ausias March, donde estudian en un recinto construido para los más pequeños, lo que impone limitaciones a la educación. En conclusión, un auténtico lío «que está perjudicando la educación de todos», según concluyen las AMPAS de ambos centros. «Es que es el Ausias March es un cole de primaria, no un instituto; como no hay espacio, los mayores no pueden hacer desdoble, no pueden usar el gimnasio ni hacer actividades de laboratorio», explica Verónica Parra, portavoz de la asociación de vecinos, que lleva años pidiendo a la Consejería de Educación que deje de dar soluciones temporales y construya «de una vez» el nuevo instituto, cuya construcción, prometida para 2011, se retrasa año tras año. «Los alumnos de ESO tienen carencia de todo; además, están en la segunda planta, y para no cruzarse con el resto de niños, que son pequeños, les obligan a entrar por detrás, donde se cruzan con coches, con el riesgo que conlleva», afirma Amparo, que tiene matriculada a su hija de 12 años en el Greco pero va a clase al Ausias March. Según los padres, ni siquiera los profesores tienen sitio para sus mesas -el ratio puede alcanzar los 35 alumnos por clase- y el ascensor no se ha puesto en uso pese a que ha habido «niños lesionados» que acudían a clase con muletas. «Los chicos van a salir con deficiencias educativas porque no pueden dar temas de informática ni música, por ejemplo, porque molestan a los niños de abajo», señala Amparo, que considera «insuficiente», como el resto de padres, el aulario para Bachillerato que planea construir Educación para el próximo curso. En el AMPA del propio Colegio Ausias March tampoco están contentos. «La mitad del colegio está ocupado por alumnos que debían estar en un instituto, y claro, son adolescentes, generan ruido y ocupan el espacio», afirma Isabel Carreto, del AMPA. Mientras, en El Espinillo, que no puede absorber más estudiantes de Butarque, la situación es parecida. «La masificación es espectacular; no está diseñado para 35 alumnos por clase», dicen en el AMPA. Desde Educación afirman que los «alumnos de Educación Secundaria del barrio de Butarque están perfectamente escolarizados» y que «cuando los alumnos matriculados en el El Greco lleguen a 1º de Bachillerato, en el curso 15-16, serán trasladados al nuevo instituto que ya habrá sido construido». Para los padres es insuficiente, por eso planean movilizaciones, entre ellas una manifestación hasta la Puerta del Sol. El Mundo – Roberto Bécares