“En Butarque, Villaverde, lo conocen como el ‘colegio okupa’. Otros lo llaman el ‘colegio fantasma’. Es el Ausiàs March, un centro público de Educación Infantil y Primaria con entidad jurídica propia pero que, físicamente, está situado dentro del colegio público El Greco.
Los centros son como muñecas rusas. El Greco se construyó hace seis años, cuando Butarque inició su desarrollo. El año pasado se quedó pequeño para acoger a todos los niños del barrio, al ser una de las zonas con más natalidad de Madrid: un 11% de su población tiene menos de 4 años. La Comunidad se comprometió a construir un nuevo centro, pero esa promesa aún está lejos de cumplirse. «Lo único que se les ocurrió fue una solución chapucera e improvisada». El apaño fue utilizar tres aulas ya existentes de El Greco para instalar allí el nuevo Ausiàs March. El director de área de la capital lo definió como «un centro de nueva creación en las instalaciones sobrantes de El Greco».
Los alumnos del Ausiàs no tienen comedor, ni gimnasio ni pistas deportivas propias. Lo comparten todo con el ‘colegio padre’. Para evitar que se junten, los dos centros compaginan sus horarios: entran y salen del cole con 15 minutos de diferencia. Pero la Consejería de Educación defiende que el hecho de compartir espacio «no afecta a la calidad educativa» y aplaza su puesta en funcionamiento para septiembre de 2011”.
No es que me haya equivocado de año, o de colegios, o de institutos, esto que acabo de leer es una noticia publicada en el mes de septiembre de 2009, hace más de 14 años. Y después del Ausias vino el Juan Ramón Jiménez y ahora el María Goyri Goyri.
Porque desde hace más de 14 años, en este barrio, uno de los que ha tenido mayor tasa de natalidad de toda la Comunidad de Madrid, la política educativa, la política de construcción de equipamientos educativos, ha sido siempre la misma: la del parche, la de la chapuza, la del engaño, la de los plazos que nunca se cumplen. Porque la realidad es que la política siempre ha sido la misma, la de condenar a nuestro barrio a una educación pública precaria, y solo cuando se han visto obligados por la movilización han actuado para acelerar la construcción de equipamientos necesarios. Y es en nuestro barrio, y es en otros barrios jóvenes y lo será en el futuro en los barrios de la periferia que están por construir, porque todo es fruto de una actuación consciente que es la de construir vivienda sin atender las necesidades de las vecinas y vecinos que lo van a habitar.
Desde hace muchos años, antes incluso de que estuviera construido el Juan Ramón Jiménez, desde las AMPAS del barrio y desde la asociación avisamos a la Comunidad de Madrid que un único instituto de línea 5 no era suficiente para escolarizar a todo el alumnado de los tres colegios del barrio y que sería necesario un segundo centro. Pero nos ignoraron, es más, dijeron que no sabíamos lo que decíamos, y hasta que no vieron que el Juanra se empezaba a desbordar, no se plantearon hacer el segundo centro.
Pero para entonces ya era tarde, había que correr. Primero se comprometieron que estaría listo para el inicio del curso 2022-2023, pero vieron que no llegaban y optaron, como en el 2009, por meter el Goyri dentro del Juanra, y entonces dijeron que estaría terminado para el inicio del curso 2023-2024, pero como tampoco llegaron, se comprometieron a que el traslado se podría realizar con el inicio del segundo trimestre, y como sabíamos que tampoco iban a cumplir, porque es lo que ocurre siempre, que no cumplen, que nos mienten, que nos engañan, les escribimos diciendo que esta vez tampoco íbamos a dejarnos pisar y por eso convocamos esta primera Huelga de familias y decidimos convocar a que hoy no fueran nuestros hijos e hijas a clase, porque estamos hartos y hartas de la situación, de que una generación de niños y niñas hayan cursado toda su educación obligatoria en colegios fantasmas, hacinados, en centros okupas, sin desdobles, sin laboratorios, sin gimnasios, habilitando salas de usos múltiples, o bibliotecas, haciendo gimnasia en la calle, o estando en un recreo esquinados, mientras daban clases con sonido de maquinaria, golpeo de martillos y olor a polvo.
Y hoy nos dicen que el instituto está “prácticamente terminado”, es decir, no solo nos engañan, sino que nos toman por idiotas. La obra debería haber estado terminada ayer y no lo está, y como no está prácticamente terminado no se atreven a dar una fecha de traslado y por ese motivo estamos hoy aquí, para expresar nuestro hartazgo y para denunciar la política de construcción de equipamientos públicos de la Comunidad de Madrid de la cual hemos sido víctimas directas, pero es una política que se repite en muchas otras zonas, porque la realidad es que el objetivo último es degradar la educación pública porque el fin es que todo el mundo acabe en el negocio de la privada.
Y hoy aquí, desde la puerta de dos institutos en uno, defendemos una educación pública digna para nuestros barrios, una educación pública de calidad, en igualdad de condiciones que en el resto de ciudades y barrios, porque no somos ciudadanía de segunda, somos ciudadanía que no se conforma y que exige para los suyos la mejor educación y que está dispuesta a defenderla siempre.
Avisamos, que si en las próximas semanas no se nos da una fecha concreta de traslado, no se pone fin a la situación de hacinamiento de estos centros, no se ofrece al profesorado y a las direcciones unas condiciones de trabajo dignas, que nosotros y nosotras, los padres y madres del barrio vamos a adoptar medidas todavía más contundentes, porque ya no aguantamos más, ya no vamos a seguir soportando, hemos dicho basta y hoy no termina la movilización, hoy empiezan las siguientes acciones hasta lograr que nuestros hijos e hijas, y los niños y niñas que vendrán en los próximos años, nunca más tengan que padecer esta situación y puedan contar con una educación pública digna y de calidad.