Casi 180.000 personas salieron el domingo 4 de marzo de sus casas para participar de una auténtica fiesta democrática y dar su opinión sobre una cuestión política básica. El hecho de que la consulta sobre la PRIVATIZACIÓN DEL CANAL DE ISABEL II no fuera un acto oficial, le da un valor importantísimo que trasciende incluso el motivo de la consulta. No se ha de obviar que esta cifra de votantes es resultado de una capacidad de movilización muy limitada, desde la base, desde un pueblo ignorado por sus fuerzas políticas y por los poderosos dueños de los medios de comunicación, como lo demuestra el hecho de que mucha gente acudiera a participar de la consulta cuando las urnas estaban ya cerradas, tras haber sabido por primera vez de la convocatoria en algunos telediarios de ese mismo día. La comunidad de Madrid se ha limitado a hacer un análisis basado en el poder otorgado por la representatividad formal de los Municipios, diciendo que 5 millones de madrileños están a favor de la privatización, argumento perverso si se tiene en cuenta que no se ha preguntado a los habitantes de los municipios madrileños por esta cuestión en concreto y que el poder de las urnas, a parte de no representar una unanimidad, no es un cheque en blanco. Sin embargo, a partir de la falta de información y el oscurantismo que guía el proceso de privatización y de un hecho tan rastrero como el ataque personal e infundado hacia uno de los participantes en la CONSULTA POPULAR, desde un medio de comunicación afín al Gobierno de la Comunidad, podemos sacar la conclusión de que los interesados en la privatización temen una opinión del pueblo de Madrid, contraria a la postura de dicho gobierno. Es por ello que hay que dar un paso más y seguir dando prioridad absoluta a la lucha por el agua pública y apoyar con determinación esta causa de sentido común, ya que estamos sufriendo otras medidas políticas que por su gravedad pueden dejar grave problema de la privatización del Canal en segundo plano y tal vez no quede demasiado tiempo para que el proceso sea irreversible. Es necesaria, como un simple paso adelante en la lucha por el AGUA PÚBLICA, que la CONCENTRACIÓN DEL DÍA 22 DE MARZO, A LAS 19.30 EN SOL, sea masiva y traslade a la Comunidad de Madrid y al resto de la casta política un mensaje contundente contra la privatización así como nuestro interés en no ser excluid@s de las decisiones políticas que afectan a nuestra vida, más cuando se trata de un bien básico con la categoría de DERECHO HUMANO. Acude el 22 de marzo a Sol. Difunde masivamente. Buzonea a tus vecinos. Imprime información y pega carteles. ¡Que nadie deje de asistir por desconocimiento!. Superamos exponencialmente cualquier medio que el poder emplee para excluirnos.