En la tarde de ayer, cinco representantes de AVIB mantuvieron una reunión con los responsables de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, Belén Aldea (Directora del Área Territorial de Madrid-Capital) y su número 2 Francisco Escribano. De forma periódica AVIB mantiene reuniones con la Consejería de Educación porque consideramos que de todas las carencias que tiene el barrio, y son muchas, la más injusta puede ser la pereza y el desinterés con el que la Comunidad de Madrid afronta su obligación a garantizar la educación de los niños del barrio, es decir a levantar y equipar las edificaciones necesarias que aseguren, como mínimo, la enseñanza obligatoria que tienen los más pequeños, al menos hasta los 16 años. Que este derecho se vea constantemente obstaculizado significa que no se cumplen las condiciones de igualdad que todo ciudadano debería tener garantizadas. Y por desgracia, ese empeño en dificultar el acceso a una correcta formación, será una carencia que nuestros hijos tendrán que llevar a remolque, sea cual sea el barrio en el que vivan en el futuro. Esta falta de implicación con las necesidades educativas del barrio empezó en el momento en que, según sus datos, un colegio de línea dos abastecería sobradamente la demanda escolar del barrio. No es necesario mencionar las ampliaciones por fases, la construcción de un segundo colegio, aún inacabado, también por fases, el traslado de niños de unas clases a otras e incluso fuera del barrio, la existencia primero de un colegio fantasma y ahora de un instituto fantasma,… La administración reitera año tras año su promesa de construir un instituto, aunque haciendo especial hincapié en que sería casi más un favor que una necesidad, ya que el barrio, según ellos, no lo demanda. Están tan seguros de que no hay necesidad de un instituto que, si bien hace diez meses nos aseguraron que en los presupuestos del 2014 incluirían una partida destinada a la edificación de un instituto de línea 8 para el barrio, en la reunión de ayer lo bajaron a línea 5 y lo dejaron para el 2015. Al mismo tiempo, y según con quien se reúnan modifican ligeramente su discurso, a nosotros nos dijeron que, hasta que se finalizara la obra del instituto, los niños que cursen secundaria seguirían haciéndolo en las aulas del Ausias March, y hace apenas veinte días al AMPA del Ausias March les indicaron que El Greco era un colegio sobredimensionado, que estaban estudiando la posibilidad de fraccionarlo y que los niños que éste año cursan 2º y 3º de primaria se rematricularían en el Ausias al tiempo que los alumnos de secundaria pasarían a las clases de El Greco, que poco a poco dejaría de ser colegio para convertirse en el instituto del barrio. El problema no es que no sepan o no tengan claro qué hacer. El problema es que no quieren hacerlo. No desconocen las necesidades del barrio, sencillamente, pese a estar obligados a ello, no entra en sus planes solucionar sus carencias y seguirán posponiéndolo año tras año con la esperanza de que los padres y vecinos miremos a otro lado.