El domingo 16 de octubre Butarque celebró al cuarta edición de su Carrera Popular. Este año el tiempo acompañó para celebrar un evento que cada año atrae a más corredores, visitantes y voluntarios.
Desde las siete casi un centenar de personas trabajaban para colocar las vallas en la calle, acondicionar el polideportivo, tener lista la guarderías, los servicios y el avituallamiento. Ninguna intersección del recorrido podía estar sin un voluntario que pudiera actuar en caso de necesidad. Dos horas y media de intenso trabajo que culminaban varios meses de preparación y un fin de semana dedicado a entregar los dorsales y preparar las bolsas que recogieron los corredores al terminar.
Meses de preparación para que Jesús Lungarán Gutiérrez tardara exactamente 33 minutos y 27 segundos en hacer el recorrido estableciendo la segunda mejor marca de la carrera. Poco más de tres minutos por cada uno de los 10 kilómetros que combinaban asfalto, parque lineal, el zigzag de la zona antigua del barrio y varias zonas en cuesta destacando la del kilómetro 8 camino de Arroyo de la Bulera.
Después de Jesús entraron el resto de los casi 600 participantes que terminaron la prueba, donde la primera mujer volvió a ser, como el año pasado, Ninfa Quevedo con un tiempo de 41:30.
La ilusión en las carreras de barrio es incomparable con la que se vive en otras carreras más profesionales. En este tipo de carreras la gente corre con la familia, entra a la meta con sus hijos en brazos, y se aprecia la emoción de ver superado el reto de terminar la prueba en las mismas calles donde entrenan cada semana.
Después llegó la entrega de premios, llego el turno a los más pequeños. Este año han participado 450 niños y niñas que recibieron una medalla por su esfuerzo hasta la meta. Existe una gran cantera de corredores que por desgracia no cuentan con una instalación deportiva adecuada para poder desarrollar sus cualidades. Urge una pista de atletismo en Villaverde y un pabellón cubierto en el barrio para que todos estos chavales puedan tener la oportunidad de practicar deportes distintos al fútbol y baloncesto.
Y por supuesto volvimos a reclamar el Centro de Salud que lleva comprometido desde 2007 y que casi diez años después no cuenta ni con proyecto.
Un evento de este tipo sólo es posible gracias a la iniciativa, el trabajo, la colaboración desinteresada y la participación entusiasta de cientos de niños y mayores. También gracias a los colaboradores, la inmensa mayoría pequeños comercios del barrio que una vez más apoyan que exista una actividad para dar relevancia y conocimiento a Butarque. Volveremos el año que viene, seguro.