Linaza aludió durante su intervención a los documentos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a los que ha tenido acceso Ecolo Verdes. En dichos documentos se señala que en los lodos y aguas de la depuradora de la China, la más antigua de Madrid, se han detectados isótopos radiactivos de origen hospitalario y también de origen artificial, procedentes estos últimos del cementerio nuclear que hay bajo las instalaciones del CIEMAT. Debido a estas informaciones, Linaza exigió al Ayuntamiento de Madrid, propietario de la depuradora, “la instalación de medidores geiger de radiactividad que nos permitan comprobar los niveles de estas instalaciones. También esperamos que el alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, cumpla su compromiso de poner en marcha un plan para el desmantelamiento de la depuradora”. El pasado lunes, Ecolo Verdes también remitió al propio CSN una petición de información con mediciones actualizadas de residuos radioactivos de origen hospitalario u otro origen en la red de saneamiento de la ciudad de Madrid. De momento no se ha obtenido respuesta. El Ayuntamiento de Madrid tampoco ha respondido a la petición de Linaza de instalar medidores geiger en la depuradora. Por este motivo, Linaza ha vuelto hoy a reiterar su demanda, que dirige directamente a la concejala de Medio Ambiente, Ana Botella. “El ayuntamiento continúa sin reaccionar pese a nuestra intervención del lunes. Puede que la causa sea que Botella no escucha la radio, o tal vez la razón sea que no entiende lo que es la radiactividad. O simplemente, le da igual la salud de los madrileños y madrileñas. Pero a quien no le da igual es a Ecolo Verdes”. “La responsable municipal de Medio Ambiente no sólo se muestra incapaz de hacer frente a las amenazas medioambientales, sino que además las oculta, como ocurre también con la contaminación del aire. Ya que al PP le gustan tanto los toros, Ana Botella debería mostrar vergüenza torera y dimitir”, ha añadido Linaza. Razones para actuar: vertidos radiactivos en el agua de Madrid Según el CSN, en los lodos y aguas de la depuradora de la China se han detectados isótopos radiactivos. Entre ellos, varios de origen hospitalario (Se-75, Cr-5 e I-131). .Esto demuestra que varios centros hospitalarios vierten sus residuos radiactivos al alcantarillado público madrileño. Aunque estos isótopos son menos peligrosos que los de origen artificial, su actividad radiológica sólo desparece por completo al cabo de 100 días. Además, estos residuos deben llevar unas bajantes diferenciadas y almacenarse en un depósito especial, y no ser vertidos al alcantarillado. Pero la mayor amenaza detectada en la depuradora de la China, que da servicio a 11 distritos de Madrid, es la detección de Ce-137, un isótopo radiactivo de origen artificial procedente de los vertidos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación. El CIEMAT fue la sede en el pasado de la antigua Junta de Energía Nuclear (JEN), donde en 1970 se produjo un accidente en la planta de reelaboración de combustible nuclear, debido al cual tuvo lugar un importante vertido al alcantarillo de agua altamente radiactiva que contenía plutonio. Durante su recorrido, el vertido pasó por las instalaciones de la Depuradora de la China, contaminando además los ríos Manzanares, el Jarama y el Tajo, que se vio afectado hasta su desembocadura en Lisboa. En el año 2004, el delegado sindical de CGT en la depuradora y colaborador habitual de Ecolo Verdes, Luis González, denunció que en diciembre de 2003 se vertieron de forma controlada otros 90.000 litros de agua procedentes de la piscina de refrigeración del antiguo reactor nuclear experimental JEN-1. Cantidad 10 veces por encima de lo que autoriza la ley. Tras conocerse la enfermedad de un trabajador de la depuradora de la China, cuya dolencia, según los informes médicos, estaría en relación con la exposición a radiaciones ionizantes, González solicitó la realización de un estudio radiológico de la planta, la colocación de medidores de radiactividad y un reconocimiento médico de toda la plantilla potencialmente afectada. La respuesta fue el despido fulminante del trabajador, después declarado nulo por el Tribunal Supremo. Hoy, siete años después, siguen sin cumplirse las demandas de González. No sólo hay radiactividad en el agua: el PIMIC La recogida de cosechas y tierras contaminadas por el accidente de 1970 supuso el enterramiento de importantes cantidades de residuos radiactivos en las instalaciones del CIEMAT, probablemente también en lo que es ahora la zona deportiva y recreativa infantil. Greenpeace ya denunció en 2006 que en dicha zona deportiva y recreativa infantil, el CSN había detectado la presencia de plutonio, lo que le llevó a denunciar que el CIEMAT y el CSN minimizaban el nivel de radiactividad de la zona, transitada frecuentemente por niños. Según otros estudios citados por la Coordinadora de Afectados por el PIMIC (Plan Integrado de Mejoras de las instalaciones del CIEMAT) los trabajadores de la JEN-CIEMAT realizaron movimientos de tierra, labores de limpieza y jardinería, obras y recolección de frutas y hongos para consumo particular, entre otros trabajos, en zonas con tasa de dosis y contaminación radiactiva por encima de los límites establecidos legalmente. El PIMIC es en realidad un proceso de desmantelamiento y descontaminación radiactiva del CIEMAT que se inició en el año 2000 y que continúa vigente. Entre las operaciones previstas, se encuentra el removimiento de las tierras y residuos radiactivos enterrados, con el consiguiente peligro de que se liberen en sus instalaciones y en la atmósfera en forma de aerosoles cantidades difícilmente cuantificables de plutonio, americio, uranio, radio, cesio, estroncio, etc. El PIMIC también supone la a generación, almacenaje y transporte de cientos de toneladas de residuos de media y baja actividad y más de 15 toneladas de residuos de alta actividad. Hay que tener en cuenta que el CIEMAT está ubicado en pleno casco urbano de Madrid, en una zona que linda con la Dehesa de la Villa y la Ciudad Universitaria , áreas ambas con alta densidad demográfica, que pueden verse afectadas en caso de emergencia radiológica.