Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, se destacan las luces: se ha registrado un número récord de alumnos matriculados (más de un millón, entre todas las enseñanzas), las publicitadas pizarras digitales interactivas llegarán a todos los centros públicos de Primaria (dos por colegio; en total, 1.874 pizarras que se repartirán en 964 centros), se ampliará el bilingüismo en Secundaria, terminarán los barracones, se abrirán nuevos institutos de Innovación Tecnológica y comenzará a aplicarse la nueva Ley de Autoridad del Profesor. En total, 74 centros públicos nuevos abrirán sus puertas este año (17 más que el año pasado) y ocho nuevos colegios concertados. Hasta aquí las luces. Oposición y sindicatos ponen las sombras en este idílico panorama que detalla la Consejería de Educación, que dirige Lucía Figar. Unas sombras que vienen provocadas por los recortes. Los sindicatos UGT y CCOO denuncian que este nuevo curso se caracteriza por los múltiples recortes. Entre otras cosas, se ha eliminado a 2.500 profesores, a pesar de que hay casi 18.000 alumnos más que el año pasado. Esos 2.500 docentes eran interinos a los que no se les ha renovado sus contratos. Esta decisión llevará a una menor calidad de la enseñanza pública. A este recorte, prosiguen, hay que unir la reducción del número de aulas (no habrá desdoble clases, por lo que aumentarán las ratios en las aulas) y la eliminación del segundo orientador en los institutos. También disminuyen el número de aulas de enlace para extranjeros y las unidades de bachillerato nocturno. CCOO asegura que unos 100.000 escolares madrileños estarán en aulas con más de 25 alumnos. Pero, hay otros ajustes no menos importantes: la supresión de la segunda hora de tutoría, la eliminación de 150 rutas escolares y un recorte de dos tercios del presupuesto dedicado a formación del profesorado. Desde el PSOE, se ha cuestionado la política educativa de la Comunidad de Madrid. Entre otras críticas, no acaban de entender la satisfacción de Esperanza Aguirre al anunciar la llegada de pizarras digitales a los colegios públicos de Infantil y Primaria (una inversión de 5,8 millones de euros) cuando el Gobierno madrileño ha rechazado la implantación del programa Escuela 2.0 que impulsa el Gobierno central. Este programa habría supuesto para la educación madrileña la llegada de unos 22 millones de euros en inversión en tecnologías. Por su parte, Izquierda Unida se ha felicitado por la llegada a las aulas de las nuevas tecnologías, un compromiso que Esperanza Aguirre adquirió durante su discurso de investidura, hace ya tres años. En cualquier caso, cuestiona que se esté sustituyendo al profesorado por estas pizarras. Con respecto a la Ley de Autoridad del Profesor, el PSOE insiste en que es papel mojado, ya que no va acompañada de una memoria económica. Los socialistas creen que la verdadera apuesta por el profesorado sería no suprimir esos 2.500 docentes. La Comunidad de Madrid, el farolillo rojo en gasto educativo Otro de los grandes logros que ha destacado la Comunidad de Madrid para este nuevo curso es la desaparición de las aulas en barracones. Es posible que esto sea cierto, pero sigue habiendo muchos alumnos acogidos en centros distintos a los suyos porque sus colegios aún no están acabados. Por no hablar de los colegios que están masificados: centros con más aulas de las que les corresponden por cada nivel (…). Desde IU, se ha cuestionado, además, la supresión de 150 rutas escolares, la disminución de las becas de comedor y la desaparición de las becas de libros para los niños de cuatro años (el curso pasado ya se habían suprimido las becas para los de tres años). Además, IU ha expresado su preocupación por lo que está ocurriendo con la Formación Profesional: unos ochos mil adolescentes de entre 14 y 15 años se quedarán sin plaza. La coalición solicitará la comparecencia en la Asamblea de Madrid de la Consejera de Educación, Lucía Figar, para que explique lo que está ocurriendo con la Formación Profesional. El sindicato CCOO ha asegurado que la Comunidad de Madrid es la campeona de los recortes en educación en toda España y estos afectan fundamentalmente a las inversiones, a las plantillas, a las becas de libros y comedor, a las rutas escolares y a las condiciones laborales de los docentes. Madrid sufre recortes sobre recortes. En lo que sí coinciden oposición y sindicatos es que la Comunidad de Madrid es el farolillo rojo en gasto educativo: la media de las comunidades autónomas es del 4,3 por ciento, mientras que Madrid se queda en el 2,7%.