Gallardón no se merece la medalla de Madrid

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Diversas asociaciones vecinales, trabajadores municipales y otros colectivos sociales, han redactado el texto que figura más abajo, por el cual se rechaza que el Ayuntamiento de Madrid otorgue la medalla de la ciudad a su anterior alcalde Alberto Ruiz Gallardón, que dejó el municipio totalmente desmantelado. Te animamos a que lo leas y muestres tu apoyo firmando en el siguiente enlace: Petición firmas Gallardón no merece la medalla Las firmas pueden ser tanto de personas individuales como de colectivos, asociaciones y organizaciones Más información en SOMOSMADRID!? GALLARDÓN NO SE MERECE LA MEDALLA DE MADRID El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado por mayoría la concesión de la medalla de la ciudad al que fuera su anterior regidor, Alberto Ruiz Gallardón. Consideramos tal decisión un absoluto despropósito, ya que los 8 largos años de mandato municipal no fueron otra cosa que el uso y abuso del cargo público para su propia vanidad, gastando de manera ostentosa los bienes y presupuestos municipales. Nuestra opinión la basamos en cinco de los aspectos más relevantes de la nefasta gestión municipal del que ahora ocupa la cartera ministerial de Justicia en el gobierno de la nación. MANDATO PLAGADO DE ILEGALIDADES. Una de las primeras medidas adoptadas por el anterior alcalde madrileño fue la superdotación del departamento jurídico del municipio; parecía tener bien claro que su gestión iba a estar, no bordeando la legalidad, sino claramente al margen de ella. Basta recordar algunos ejemplos concretos: – Obras de soterramiento de la M-30. Para sortear la legislación medioambiental troceó la obra en varios tramos, lo que no fue suficiente para que impedir la Unión Europea decretase la ilegalidad de dichas obras, que sin embargo nadie ha restituido. – Ordenanza fiscal de Vados: Recientemente la justicia ha confirmado la ilegalidad de la modificación de la ordenanza que regula el cobro de vados, cuya recaudación Gallardón multiplicó un 300% – Ampliación de las zona de parquímetros, que se realizó de manera nula por decretarlo persona que no tenía competencias para ello – Nuevos desarrollos urbanísticos: El Tribunal Supremo confirmó en 2007 la nulidad del Plan General Ordenación Urbana de Madrid de 1997 que declaraba urbanizables más de 20 zonas de la periferia de Madrid. Dicho plan fue aprobado por la Comunidad de Madrid siendo presidente Gallardón. – La privatización de la gestión de las licencias urbanísticas fue también declarada ilegal – Lo mismo ocurrió con la ordenanza que regula las sanciones de tráfico, cuyas cuantías máximas fueron declaradas fuera de la ley – La destrucción del parque Cornisa a favor de la Iglesia (lo que se conoció como “Mini-Vaticano) se realizó también contra la ley – Y la financiación municipal a través de la venta de suelo fue también declarada ilegal. En ninguno de los casos se ha reparado el daño causado, ni a los ciudadanos se les ha devuelto las cantidades ilegalmente recaudadas. Por eso es una ironía de muy mal gusto, y una afrenta a la honradez democrática, que esta persona que ha incumplido tantas veces la legislación, no sólo no haya sido condenada y apartada de la gestión de cargos públicos, sino que haya sido recompensada nada menos que con la cartera de Justicia. RUINA TOTAL DE LAS ARCAS MUNICIPALES Es bien conocida la situación en la que ha dejado Gallardón al municipio de Madrid, cuya deuda es la cuarta parte del total de los municipios españoles, teniendo una población que sólo representa el 7% del conjunto nacional. A esta deuda reconocida de 7.000 millones de euros, hay que sumar otros 1.000 millones por impago de facturas de servicios. La causa de este descomunal despilfarro, han sido obras inútiles y ostentosas de las que los madrileños no se han beneficiado. – El soterramiento de parte de la M-30 se ha hecho a costa de la tala de miles de árboles de gran envergadura, aumentando con ello la contaminación de una ciudad ya irrespirable. Supone priorizar el tráfico privado motorizado, y tiene un elevado coste de mantenimiento de los túneles. – El traslado de la alcaldía al palacio de Cibeles no ha tenido ninguna utilidad para los vecinos, ya que los servicios municipales no han mejorado con ello; y los despachos ostentosos y el espacio cultural, que no es tal, requiere también unos desproporcionados gastos de mantenimiento. – La cabezonada olímpica también costó mucho dinero y para nada. Dinero en cargos, viajes y regalos, y en instalaciones convertidas finalmente en garaje para coches de F-1, como ha pasado con la Caja Mágica. Para tratar de compensar estos gastos, Gallardón ha castigado a los madrileños con desorbitadas subidas en sanciones, tasas e impuestos, como ningún otro regidor ha realizado en estos años. PRIVATIZACIÓN DE LOS SERVICIOS EN MANOS DE LAS GRANDES EMPRESAS Mientras subía las tasas e impuestos al conjunto de la ciudadanía, el municipio las bajaba a las grandes empresas, a las que además traspasó la gestión de instalaciones municipales (centros culturales, deportivos, de mayores, el teatro Español, etc.), pisos de la EMVS, las fiestas y cabalgatas, o servicios tan necesarios y delicados como la gestión de licencias, el registro y padrón municipal, los servicios sociales, el teléfono 010… En estos momentos casi toda la gestión de la ciudad de Madrid está en manos de las grandes empresas, en particular de las constructoras de los amigos de Gallardón. EL ABANDONO DE LOS BARRIOS Y LA TEORÍA DE LAS COMPETENCIAS IMPROPIAS Lo peor de esta ruina presupuestaria es que el despilfarro ha ido a obras de total inutilidad para el vecindario madrileño, y tiene como consecuencia el abandono de las inversiones en los equipamientos necesarios en los barrios, o los servicios sociales para una población cada vez más necesitada por la precariedad a la que la crisis está llevando. Patética ha sido la teoría emanada del ahora injustamente premiado, de las “competencias impropias”, con la que pretendía desprenderse de la gestión de servicios que una administración local, la más cercana al ciudadano, nunca debe abandonar. Y si es patético es porque el montante principal de la ruina económica de la ciudad de Madrid la han generado obras tan “propias” como el soterramiento de una autopista que era gestionada por el estado hasta la llegada de Gallardón a la alcaldía, o el millonario traslado de la una sede municipal a un palacio del Estado, o el intento de convertir la capital en sede olímpica. Si hay competencias realmente impropias de la actividad municipal, son precisamente aquellas por las que Gallardón dejó literalmente hundida a la ciudad, lo que requerirá varias décadas para su recuperación. CENTRALIZACIÓN ABSOLUTA Y AUTORITARISMO Esta engañosa teoría de las competencias impropias, con la que Gallardón ha pretendido desentenderse de servicios básicos a la ciudadanía, ha sido complementada en estos 8 años de gestión municipal con una política: – Profundamente centralizadora, despojando a los distritos de las pocas competencias que tenían, del exiguo presupuesto que gestionaban, y privando a los barrios de los actos y fiestas que representaban sus señas de identidad – Autoritaria y antidemocrática, con unos órganos absolutamente vacíos de contenido, una cerrazón total a la participación vecinal, y normativas restrictivas de derechos. Este es el balance que podemos hacer de la gestión de Alberto Ruiz Gallardón en 8 largos años al frente de la alcaldía de Madrid. Esta persona se merece estar procesada, por las muchas ilegalidades cometidas durante su mandato, y por la dilapidación de caudales públicos. Debería estar inhabilitada para ejercer cargo público, y debería haber pagado de su bolsillo los perjuicios económicos que ha causado a la ciudad durante su mandato. Por ello nos llena de estupor que el pleno del Ayuntamiento de Madrid haya decidido la concesión de la medalla de la ciudad a quien no se la merece bajo ningún concepto. Quizás alguna vez pueda ser revocada esta decisión tan contraria al sentimiento de los madrileños, y sean desautorizadas las personas que lo han apoyado.