Los usuarios habituales de la línea de AVE Madrid-Lérida-Barcelona están descontentos con la gestión de las tarifas baratas de transporte que se está llevando a cabo desde Renfe. Denuncian, tal y como adelantó este diario, que desde hace varios meses la compañía ya no ofrece tarifas promocionales porque «han eliminado sin previo aviso todos los servicios web y Estrella» en los billetes de trenes con salida los viernes y domingos. Esto es lo que ha llevado a algunos viajeros a comenzar una campaña de recogida de firmas –ya cuentan con varias decenas– que presentarán a la empresa a principios de septiembre. El objetivo es «llegar a tiempo para recuperar las tarifas», explicó Roger a este diario, uno de los viajeros que se ve obligado a desplazarse desde Madrid a Barcelona con frecuencia. A través de internet, se enteró de que había otras personas en su situación, y se han unido para reivindicar también una mejora de las políticas comerciales de la empresa. «El viajero puede pensar que no quedan porque los ha comprado otro pero en realidad es que no los han sacado», explicó Roger, que señaló que llevan tiempo intentando obtener una respuesta por todos los medios.
MEDIDAS
Han hecho reclamaciones por escrito, llamadas telefónicas y solicitudes por email, pero Renfe no les da explicaciones «coherentes». En algunos casos, critican que se limita a decir que «en verano y en temporada alta se acostumbra a reducir las tarifas», explicó. Sin embargo, afirman que cuando se solicita para meses como septiembre y octubre la situación sigue siendo la misma. Aseguran no tener quejas del servicio, pero consideran los precios «excesivos». Por eso, exigen una «política de fidelización al usuario habitual», porque estiman que se trata de «un servicio público y por lo tanto el beneficio debe ser para el ciudadano». Sin las tarifas suprimidas, no les queda «más remedio» que pagar un precio elevado cada vez que necesitan cambiar de ciudad, bien sea por motivos de trabajo o más personales. Las quejas de los usuarios de Renfe han aflorado a lo largo de la primera quincena de agosto, pues a principios de mes fueron muchos los ciudadanos que, al intentar adquirir plazas de forma anticipada, criticaron la decisión de la compañía de volver a exigir quince días de adelanto para comprar billetes con tarifa web y siete para la Estrella sin informar de ello con anterioridad. Según explicaron fuentes oficiales de la empresa a este diario, se adoptó la iniciativa por «criterios comerciales». A esto se suman las dudas de otros tantos usuarios que creen que también se ha eliminado el servicio de Última hora, con el que se podía obtener un descuento del 50% en las plazas libres que quedaran durante las últimas 24 horas previas al viaje. Aunque desde Renfe negaron también haberlo suprimido.