El 8 de mayo de 2009 el Ayuntamiento de Madrid inauguró por todo lo alto la Caja Mágica, la “instalación de tenis más moderna del mundo”, y una de las infraestructuras más emblemáticas de la candidatura madrileña a los Juegos Olímpicos. La construcción de la instalación deportiva, firmada por el prestigioso arquitecto francés Dominique Perrault, ya tenía vecinos y vecinas cuando se construyó, los del madrileño barrio de San Fermín (Usera), y disparó la inversión inicial fijada en 120 millones de euros, hasta los 294 millones, más del doble de la cantidad prevista. El pasado mes de abril, las vecinas y vecinos del suntuoso recinto fueron testigos de la construcción, en el espacio ajardinado situado en el perímetro interior de la Caja, de ocho pistas de tenis. Apenas seis meses después, asisten atónitos a su desmontaje. “No damos crédito”, subrayan desde la AV Barriada de San Fermín: “no sólo las están demoliendo apenas construidas, sino que, por la obra que vemos, las van a volver a construir”. Todo ello implica que se ha “tirado” una cantidad de dinero “cuya cuantía desconocemos” pero que “a buen seguro” supera el coste del pabellón cubierto que las vecinas y vecinos del barrio llevan años reivindicando. “Es inadmisible –subrayan– que se gaste dinero en unas pistas de tenis de `quita y pon’, haciendo caso omiso al acuerdo adoptado por la Junta Municipal de Usera en el Pleno del 10 de noviembre de 2010 para instar al Consistorio a que abra las instalaciones de la Caja Mágica al deporte popular en las condiciones del resto de las instalaciones deportivas municipales de Madrid, y que se haga a escondidas ya que están procurando que no veamos las obras”. La Asociación llama, además, la atención sobre el hecho de que las 80 niñas y niños que participan en la Escuela de Baloncesto de San Fermín, puesta en marcha por la entidad en colaboración con el Ayuntamiento en el marco de los Planes de Barrio, “están entrenando en una cancha descubierta que carece de iluminación artificial, sin vestuarios ni servicios, en la que no se puede jugar cuando llueve”, mientras se gastan “auténticos dinerales” en eventos deportivos puntuales y en obras que se desmontan. Desde su inauguración, la asociación vecinal Barriada de San Fermín no ha dejado de denunciar que el recinto, financiado con dinero público, no funciona “de cara al barrio”. “Desde que la Federación de Tenis y el equipo de baloncesto del Real Madrid abandonaron el recinto por los costosos gastos de mantenimiento de las instalaciones, la Caja Mágica sólo alberga la celebración anual del torneo Máster de Tenis de Madrid y espectáculos que nada tienen que ver con la práctica deportiva, mientras las vecinas y vecinos carecen de espacios dignos en los que practicar deporte“, lamenta Víctor Renes, presidente de la asociación vecinal.