Los madrileños verán cambios en el recibo del IBI del año que viene, y serán al alza. La capital, junto con la Dirección General del Catastro, ya está elaborando la ponencia que actualizará el valor de los inmuebles para el nuevo catastro. En 2012 se cumplen 10 años de la última revisión. Los dos millones de viviendas, garajes, trasteros y locales de Madrid capital tienen que acualizar su valor, lo que en prácticamente todos significará un aumento que podría oscilar entre el 20% y el 100%. Y si el valor catastral se incrementa, también lo harán impuestos como el IBI y el impuesto de plusvalía, que se calculan a partir de esa base y del tipo impositivo que fija el Ayuntamiento de Madrid. A partir del mes de julio, y durante todo el segundo semestre de este año, los madrileños recibirán en su casa la carta en la que el Consistorio les notifica el nuevo valor de su propiedad. Predecir el incremento que sufrirán es complicado, asegura Luis del Amo, secretario técnico del Registro de economistas y asesores fiscales. El valor catastral equivale aproximadamente a la mitad del valor de mercado de un inmueble. «Por tanto, dependerá de la zona de Madrid en la que esté situado. En el centro, los pisos subieron mucho durante el boom inmobiliario, y después la bajada ha sido relativa. En la periferia, en Las Tablas, por ejemplo, el descenso ha sido mucho más acusado», explica.Hay algo que Del Amo sí tiene claro: «El IBI va a subir». Sin embargo, explica, los ayuntamientos «tienen, si quieren, posibilidades de amortiguar el golpe», como con una «bonificación potestativa» durante los tres primeros años tras la revisión, que ayudaría a paliar el efecto de unas subidas que, en algún caso, podrían llegar a ser del 100%. En los 10 años que han pasado desde la última revisión el mercado inmobiliario ha vivido un boom que disparó el precio de las viviendas y, después, una bajada de precios que empezó en el último trimestre de 2007, pero que difícilmente compensa los incrementos previos. «El impacto en el impuesto será gradual», explica Del Amo. El incremento que verán los propietarios en la carta que les mande el Ayuntamiento se traducirá en una subida del IBI, pero no pasará al recibo de golpe. La subida se prorratea en los siguientes 10 años, de forma que cada año se paga una décima parte del incremento del valor catastral. El Consistorio tendría poco margen de maniobra si quisiera compensarlo rebajando el tipo impositivo, porque el que aplica ahora, del 0,58, ya es bastante bajo (la horquilla va del 0,4 al 1,1 para los inmuebles urbanos). El Ayuntamiento de Madrid prevé aumentar un 9,4% los ingresos corrientes el año que viene «fundamentalmente» como consecuencia de la revisión del catastro y de su efecto en el IBI y el impuesto de plusvalía (IIVTNU; impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, que paga el vendedor de un inmueble al Consistorio). Así lo recoge el Plan de saneamiento financiero 2009-2015 en su capítulo 5, Ingresos patrimoniales. El presupuesto municipal para 2011 prevé 4.500 millones de ingresos corrientes. En impuestos directos, la previsión es recaudar 1.732 millones, de los que corresponden al IBI 1.064 millones. Un 5,9% más que el año anterior. El portavoz y candidato de IU a la alcaldía de Madrid, Ángel Pérez, manifestó ayer su temor a que aumente el IBI el año que viene y pidió a Alberto Ruiz-Gallardón que explique cómo se va a efectuar la revisión del impuesto. «A ver si es en su agenda oculta, y no en la de los demás, en la que Gallardón tiene apuntado cómo se distribuirá la nueva subida», aseguró en un comunicado, en el que también se pregunta «si tenía pensado recordárselo a los ciudadanos antes de las elecciones». Izquierda Unida va a defender en campaña un IBI progresivo, es decir, el incremento para los inmuebles de mayor valor catastral y que se establezcan bonificaciones para los propietarios de menor renta, hasta el punto de eximir de su pago a los de menos recursos. IU utilizó ayer un ejemplo para mostrar la subida que ha experimentado el IBI en Madrid en los últimos años. Una pensionista propietaria de un piso de protección oficial de menos de 80 metros cuadrados ha visto cómo su recibo se incrementaba un 147% entre 2003, «año de la llegada de Gallardón a la alcaldía», y 2010. En ese mismo periodo, el IPC acumulado fue del 20%, según la formación. «En concreto, esta vecina pagó 155 euros en 2003 y 383 el año pasado». «Este ejemplo es elocuente de que el IBI también puede ser un mecanismo de progresividad fiscal eficaz si a través de él se busca no solo recaudar, sino redistribuir los esfuerzos de cada cual», aseguró Pérez. Izquierda Unida también puso en duda ayer que el Ayuntamiento esté obligado a revisar el catastro en 2012. «El argumento de que es el Gobierno central quien impone la revisión, tal y como defiende el consistorio, es más que cuestionable». La Ley del Catastro recoge que «el procedimiento de valoración colectiva de bienes inmuebles de una misma clase podrá iniciarse de oficio o a instancia del Ayuntamiento». En otro artículo, afirma que la revisión se realizará «a partir de los 10 años» desde la anterior valoración. Un portavoz del Ministerio de Economía y Hacienda aseguró que generalmente no actúa de oficio, sino que son los ayuntamientos los que solicitan la revisión. Hacerlo a los 10 años de la anterior es solamente «referencial», añadió. Hay consistorios, como el de Girona, que llevan desde los años noventa sin actualizar su catastro. El concejal de Hacienda, Juan Bravo, se comprometió en un pleno municipal de 2009 a establecer mecanismos para que la actualización catastral no supusiera un incremento exagerado en el recibo del IBI. Los populares llevan pidiendo desde 2003 un cambio en el cálculo del impuesto, que tiene que pasar por la reforma de la Ley de Haciendas Locales. Según el modelo que defendió Bravo, el valor catastral debería actualizarse cada año según el IPC y modularse (con bonificaciones de hasta el 50%) en función de la renta de cada propietario.