Madrid, 30 ene (EFE).- Los trabajadores de la planta madrileña de ArcelorMittal, el mayor productor siderúrgico mundial, marcharán este martes hasta el Ayuntamiento de la capital para pedir su ayuda contra el cierre de la fábrica, localizada en el distrito de Villaverde. El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) informa en una nota divulgada hoy de que la marcha coincidirá con el Pleno del Ayuntamiento, en el que el grupo de IU-Los Verdes presentará mañana una iniciativa con propuestas para colaborar con el caso de los obreros de la siderúrgica. Entre estas propuestas, CCOO cita la petición a la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid para que abra una mesa de negociación con ArcelorMittal para tratar de mantener la actividad industrial en Villaverde, y que el Ayuntamiento colabore en este sentido a través de su Organismo Autónomo Madrid Emprende. La Federación de Industria de Madrid de CCOO expresa en la nota su confianza en que recibirá «el apoyo de las autoridades para exigir a la empresa que mantenga la actividad» en la fábrica de Villaverde. Según CCOO, «la pérdida de una empresa de estas características, que da empleo a 324 personas y genera cientos de puestos de trabajo indirectos, pondría en jaque a una zona muy afectada por el cierre de empresas». CCOO considera que al tratarse de plantas altamente competitivas, «en el momento en que la economía española supere el bache y deje atrás la crisis, todas superarán la situación al mismo tiempo sin dejar ninguna víctima en el camino». «El cierre de la planta es una decisión puramente política y economicista, con la que el grupo angloindio vuelve a poner por delante los intereses de sus accionistas olvidando la repercusión que el cierre de la factoría tendría entre la población madrileña y la responsabilidad que había adquirido con el entorno», dice CCOO. El pasado día 18, ArcelorMittal anunció la decisión de parar de forma «indefinida» la producción de su fábrica de Villaverde, ante la caída de la actividad de la obra civil y de la construcción en España. EFE