El Gobierno regional y el Ayuntamiento de Madrid han dado esta mañana por finiquitados dos de los poblados chabolistas históricos de la capital, Santa Catalina (en el distrito de Puente de Vallecas) y Las Mimbreras (en Latina), con lo que restan ya sólo dos núcleos de infraviviendas en el término municipal que, según ha anunciado la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, habrán desaparecido antes de que acabe el año. Fuera de los cálculos del Ayuntamiento y de la Comunidad queda sin embargo la Cañada Real, un territorio comanche donde viven unas 40.000 personas. Se trata de una franja de 15 kilómetros que discurre por la capital, San Fernando, Getafe, Coslada y Rivas-Vaciamadrid. Es terreno de dominio público ganadero, por lo que las cerca de 2.000 edificaciones levantadas allí (que van desde chabolas a chalets adosados) son ilegales. El convenio para la erradicación del chabolismo firmado por el Ayuntamiento y la Comunidad en octubre de 2008, dotado con 110 millones de euros (a partes iguales), comprendía a cuatro núcleos en los que vivían 499 familias, pero no a la Cañada Real. Hasta el momento, y a falta de actuar en uno de ellos, han sido realojadas 244 familias. La primera fase afectó al Cañaveral, entre noviembre de 2008 y abril de 2009; se realojó a 79 familias. Hoy se han dado por concluidos (a falta del derribo de algunas construcciones pendiente aún de orden judicial) los trabajos en Santa Catalina (que comenzaron en abril de 2010, han costado 21,8 millones y han llevado a realojar a 99 familias, 471 personas en total) y en Las Mimbreras (mayo de 2010, 14,5 millones, 66 familias, 289 personas). Además, el Ayuntamiento ha realojado a otras 136 familias que residían en viviendas en estado deficiente gestionadas por la Empresa Municipal de la Vivienda en estos dos núcleos chabolistas. Quedan pendientes de derribo el Ventorro (Villaverde) y Puerta de Hierro, en total medio centenar de chabolas que el Ayuntamiento espera haber tirado abajo este mismo año. La consejera regional de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, ha explicado que son ya 2.000 familias (cerca de 8.000 personas) las que se han visto beneficiadas en toda la Comunidad por sus políticas de realojo. Solo en Madrid, según ha añadido Pilar Martínez, se han realizado 2.083 derribos y se ha realojado a 941 familias desde 2003. La consejera ha reconocido que, fuera del término municipal de Madrid, quedan otros núcleos de infraviviendas aún por erradicar, pero, según ha dicho, «con el Ventorro se habrá acabado el chabolismo histórico en Madrid». El problema de la Cañada Real lleva décadas enquistado por la falta de acuerdo entre las Administraciones implicadas. Martínez ha señalado además que cerca de la mitad de las familias desalojadas de los núcleos chabolistas en Madrid ha sido realojada en viviendas de alquiler. El resto, según ha explicado, no cumplía con los requisitos (o bien por tener una renta superior a la estipulada, o por ser propietarios de otra casa en otro lugar). «Al que ya tiene una oportunidad, no se la tenemos que dar», ha agregado.